Las miradas lancolicas no me llevan a ningún lugar, los pensamientos eidéticos se me oponen a los facticos y a los sensibles, las noches solitarias pesadas y adversas me mantienen despierta, los soñadores no duermen mas, y es que de lo rojo o lo azul vestigios quedan en el aire de madrugada que no me dejan pensar concreto ni hacer nada, me entrego al pozo sin fondo de mis pensamientos que comienzan con aquí y terminan con allá atravesando por el y terminando con ella.
Los soñadores no duermen mas sus sentimientos se transforman si no en mas que tristes canciones, suaves lecturas y arritmicas danzas.
historias de amor que parecen intrascendentes para otros, me hacen emocionarme, juegos que parecían muertos, olvidados, enterrados me hacen divertirme, escribo con palabras que nadie entiende, mas que tu ella yo y algunos aquellos.
Los soñadores no duermen más, sangrados de nariz, sueños maltrechos, palomas heridas nubes perdidas, cartas que se fueron, pero que diez años después llegan por paquetería con remitente desconocido, intactas, sin haber sido abiertas pero con perfume y lagrimas de destinatario quien tal vez pensó en ti, remitente con dolorosa angustia y pensamientos heridos, tal vez sin saber quien o por que las enviaba ya hoy en día es lo mismo Elisa Pastrana que Rosario Aguiñaga, Mariana que Maria Ana y Juana que Marihuana.
Almohadas molludas, mantas calientes, camas cómodas no ayudan ya, los soñadores no duermen solo piensan más, en aquellos tiempos con luna, aquellas noches con el, aquellas mañanas risueñas y a veces en su amado marcell.
